RESPONSABILIDAD SOCIAL
CORPORATIVA Y RECURSOS HUMANOS
El concepto de
Responsabilidad Social Corporativa (RSC) comienza a ser utilizado en los
Estados Unidos entre la década de los cincuentas y los sesentas para referirse
a que las empresas privadas además de producir bienes y servicios eran
responsables de la contaminación que generaban y de la seguridad de sus
trabajadores (Server y Villalonga, 2005. Pp142). En la actualidad, el término
se ha redefinido y complejizado pero ha mantenido esta idea inicial. Además,
muchos autores la han definido y existen varias formas de entenderla. Ahora
bien, todas están en relación a que la RSC es, según la Comisión de las
Comunidades Europeas (2001), “un concepto
con arreglo al cual las empresas deciden voluntariamente contribuir al logro de
una sociedad mejor y un medio ambiente más limpio” (pp. 4) Es decir, es la
integración voluntaria por parte de las empresas, de las preocupaciones
sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con
los grupos sociales con los que interactúan. Por lo tanto, como lo afirma
Vargas (S.F) seguir los principios de la RSC representa la demostración de una
ética empresarial demandada por la sociedad, como contra peso al poder de un
sector privado que juega un papel fundamental en la sociedad.
La aplicación de una RSC
remueve las bases del management
tradicional en tanto se asume que la responsabilidad de la empresa no es
únicamente el maximizar el beneficio ni el rendir cuentas de sus actos a los
accionistas o propietarios. En cambio, se asume que sólo con comportamientos
socialmente responsables se asegura poder operar a medio y largo plazo, esto
es, se asegura la sostenibilidad del negocio a partir del conjunto de derechos
y deberes morales-éticos-sociales que emanan de la interacción entre la
organización y los agentes sociales.
La RSC tiene dos dimensiones:
la dimensión interna y la externa. La externa se extiende hasta las comunidades locales incluyendo
trabajadores y accionistas,y además a todos los interlocutores como socios
comerciales, proveedores, consumidores, autoridades públicas, ONG, medioambiente,
entre otras. (Server y Villalonga, 2005) Pero el interés de este texto se
centra en la dimensión interna en donde las prácticas responsables en lo social
afectan primero a los trabajadores y se refiere, según la C.C.E. (2001), a
cuestiones como la inversión en recursos humanos, la salud y la seguridad, la
gestión del cambio y las prácticas respetuosas con el medio ambiente.
La gestión de los recursos
humanos, según C.C.E. (2001), con una RSC tiene que tener en cuenta factores
como las prácticas responsables de contratación facilitando el contrato de
personas de mayor edad, mujeres, desempleados de larga duración, o personas
desfavorecidas, puesto que ayudaría a conseguir los objetivos de reducción de
desempleo y lucha contra la exclusión social; así como también frente al
desafío de atraer a los trabajadores más cualificados y lograr que permanezcan
en la empresa se podrían incluir, en la gestión de recursos humanos desde la
RSC, acciones como: un aprendizaje permanente, la responsabilización de los
trabajadores, la mejora de la información en la empresa y la seguridad en el
lugar de trabajo. También, en el ámbito del aprendizaje permanente, las
empresas deben desempeñar un papel fundamental contribuyendo a definir mejor
las necesidades de formación, a fomentar el paso de los jóvenes a la vida
laboral y creando un entorno que estimule el aprendizaje permanente de todos
los trabajadores.
También, en relación con los
trabajadores, la empresa debe mantener un entorno y condiciones seguras y
saludables en donde se desarrollen sus competencias y recursos para un buen
ejercicio de trabajo, facilitando la conciliación de la vida laboral y
familiar, así como fomentar la igualdad de oportunidades, dar seguridad en el
empleo, un pago digno y oportunidades de progreso, teniendo además una buena
comunicación que permita la participación en la gestión, la propiedad y los
beneficios de la empresa. Lo que se busca con esto, es generar beneficios en el
lugar de trabajo, puesto que una política de RSC debe contribuir a ”lograr una mayor productividad del
personal, una mayor capacidad para atraer y retener a los mejores, un aumento
en el compromiso, empeño y lealtad en el trabajo, un personal más capacitado y
entrenado y una mejor imagen de la empresa ante los empleados y otros grupos de
interés” (Vargas, S.F. pp. 13)
Autor: María Teresa Martí Rico